in ,

Hotel Príncipe Alfonso, cuando el lujo y la diversión se daban cita en Campamento

Soraya Fernández

Símbolo de lujo, prosperidad y riqueza, el Hotel Príncipe Alfonso, situado en la barriada sanroqueña de Campamento, fue centro neurálgico de la sociedad más influyente de su época. Lugar de esparcimiento, encuentro y diversión de los más adinerados, no sólo del Campo de Gibraltar y Gibraltar, sino de otras provincias andaluzas, cuyas personas más ilustres y adineradas lo frecuentaban con asiduidad, ReachExtra ha querido detenerse en lo que fue aquel establecimiento.

Hotel Príncipe Alfonso, Campamento 1900, La Linea Spain

De aquel señorial edificio no queda ya absolutamente nada. Sin embargo, los numerosos testimonios gráficos que personas como Alberto Velasco, creador de la página de Facebook La Línea a través del tiempo, con más de 20.000 seguidores, sigue recabando, nos dan una idea de la importancia que tuvo este establecimiento hotelero.

Es tal el interés que sigue despertando, que tiene incluso su propia página de Facebook, llamada Hotel Príncipe Alfonso y creada por Lydia, una aficionada a la fotografía que prefiere seguir en el anonimato y que sucumbió a los encantos de este bello edificio y a todo lo que representó, una época dorada que es necesario seguir recordando.

Hotel Príncipe Alfonso, Campamento 1900, La Linea Spain

ReachExtra ha querido conocer su historia, para lo que se ha puesto en contacto con Antonio Pérez Girón, cronista oficial de San Roque. Y es que el hotel, aunque en la publicidad de la época se anunciaba como situado en La Línea, lo estaba en la barriada de Campamento, en el término municipal sanroqueño.

El hotel Príncipe Alfonso fue construido en 1915 y un año más tarde abrió sus puertas al público. La sociedad propietaria no fue constituida hasta marzo de 1918. El capital social supuso 250.000 pesetas, una inversión importante en aquella época.

Según el que fuera cronista de La Línea Francisco Tornay, el hotel fue construido aprovechando a la proximidad del hipódromo que existía en Campamento. Era el complemento perfecto. Campamento acogía también en la época partidos de polo y muchos gibraltareños se daban cita en sus instalaciones.

De hecho, algunos de los accionistas del Príncipe Alfonso lo eran también de la Sociedad Andaluza de Carreras de Caballo que explotaba este deporte en la comarca. Tornay indicó en su momento que los fundadores del hotel fueron Antonio y Matías Murto, el gibraltareño Andrés Ferrari y el linense Pedro Freddi, así como otros a los que no logró identificar.

Pero el gran reclamo y atractivo del hotel era sin duda su casino. Según Pérez Girón, suponía una importante entrada de dinero, tanto por el juego en sí como por el consumo que los aficionados hacían en el bar y el restaurante del establecimiento. Entre los clientes asiduos del casino estaban miembros de la familia Larios. Pablo Larios, el que más lo frecuentaba, vivía en Gibraltar.

Hotel Príncipe Alfonso, Campamento 1900, La Linea Spain

“Tanta era la actividad con gente que llegaba de diferentes puntos de Andalucía y Gibraltar que tenía a disposición de su clientela un servicio de transporte compuesto de cuatro vehículos que conducían Juan Sánchez, Luis Marcenaro, Ramón Santi y Andrés Silla”, según la información facilitada por el cronista oficial de San Roque.

Alberto Velasco, creador de la página de Facebook La Línea a través del tiempo, nos explica que estos coches eran de la marca Ford y estaban a disposición de los clientes para sus desplazamientos en la zona pero también a ciudades como Sevilla o Jerez de la Frontera.

Pero además, en la puerta del hotel había un servicio integrado por seis coches de caballo que trasladaban a los clientes a zonas más próximas, como Algeciras, La Línea o Gibraltar. Algunos de sus conductores eran Juan Orrán, Pedro Vejer y otro apodado “Peluca”.

Para hacer aún más atractivo el establecimiento, sus propietarios quisieron que además del juego y otros servicios, la gastronomía fuese también otro de sus puntos fuertes y contrataron a un cocinero de Alcalá de los Gazules, creando una venta situada frente al hotel a la que llamaron “La Bola de oro”. En esa misma zona había un merendero muy concurrido llamado el merendero del Príncipe.

Hotel Príncipe Alfonso, Campamento 1900, La Linea Spain

Además de gente adinerada de Andalucía y Gibraltar, en el hotel se solían alojar los toreros que participaban en los festejos taurinos de La Línea y San Roque. Tampoco faltaron las actuaciones de artistas de relieve del mundo del flamenco. De hecho, con sólo 17 años debutó el cantaor Pepe Pinto, que de joven fue crupier.

Se trataba sin duda de un establecimiento elegante para una clientela selecta en el que primaba la calidad del servicio. Sus empleados estaban uniformados y contaba con un equipo de botones que además del sueldo se hacían con suculentas propinas de los clientes.

Hotel Príncipe Alfonso, Campamento 1900, La Linea Spain

Sus fiestas se hicieron famosas y el hotel llegó a publicitarse en periódicos y revistas, no sólo de Andalucía, sino de otras regiones del país. Algunos de estos anuncios, que aún se conservan, destacaban la calidad de las bebidas. Una marca habitual de la cerveza que se servía en el Príncipe Alfonso era Ind. Coope. Entre los vinos, Marqués de Riscal, Viejo Oloroso y La Ina.

José Antonio Ledesma, en su libro ‘Memorias del tiempo con Antonio Bernal’, cuenta que el hotel Príncipe Alfonso fue un casino con mucho ambiente, muy visitado y con mucha actividad, uno de los más animados de España y con una masiva afluencia de gibraltareños porque en Gibraltar la prosperidad económica era importante en aquella época.

Hotel Príncipe Alfonso, Campamento 1900, La Linea Spain

Todo era diversión, clase y elegancia hasta que el dictador Miguel Primo de Rivera prohibió el juego en 1923 y el casino del Príncipe Alfonso fue el primero en ser cerrado en España.

Luego, el hotel comenzó a decaer hasta desaparecer en los primeros años de la década de los años treinta. El edificio del hotel Príncipe Alfonso fue demolido en 1974 y sobre sus terrenos se levantó Crinavis.

¿Qué piensas?